sábado, 23 de abril de 2016

Géneros cinematográficos: Cine negro

Por Rafa Martínez

El cine negro (film noir) es un género único en sí mismo, oscuro en todos sus aspectos y con una entidad propia, dando ante todo prioridad a la historia y ambientación. Ya en sus inicios pueden hallarse ciertas características propias fáciles de identificar, empezando por su ambientación: metrópolis americanas, años 40, hombres con traje, detectives, gangsters, femme fatales, humo de cigarrillos, música de jazz…, todo un cóctel que tuvo su esplendor entre la década de los años 30 y la de los 50, nutriéndose para ello de momentos históricos de especial relevancia (la Gran Depresión, la Segunda Guerra Mundial, el inicio de la Guerra Fría, la Caza de Brujas…). Más adelante el género fue expandiéndose hasta abarcar una amplia gama de características y subgéneros en sí mismo. Para muchos críticos y cinéfilos este género ha dado varias de las mejores obras del séptimo arte, y es que directores tan brillantes como Billy Wilder, Fritz Lang, Howard Hawks, Brian de Palma, Joel Coen, Curtis Hanson o San Mendes se han metido de lleno en estos mundos truculentos. Es por ellos que vamos a recopilar varias de las películas que más han dado que hablar o que han pasado a la historia por méritos propios.



 PERDICIÓN (1944)

Dirigida por Billy Wilder en 1944, esta adaptación de una novela de otro de los grandes maestros del género, James M. Cain, está considerada a día de hoy una de los obras cumbres del cine negro. Protagonizada magistralmente por por Fred MacMurray y Barbara Stanwyck, la película nos sumerge en la ciudad de Los Angeles, donde un agente de una compañía de seguros y una cliente traman asesinar al marido de esta última para así cobrar un cuantioso y falso seguro de accidentes. Pero todo se complica cuando entra en acción Barton Keyes (Edward G. Robinson), investigador de la empresa de seguros. Wilder dirige de manera excepcional, manteniendo la intriga hasta la última escena y cargando de tensión la atmósfera en blanco y negro. Destacar desde la magnífica utilización del flashback y de la voz en off hasta los ingeniosos diálogos, en los que no queda ni un cabo suelto. Imprescindible para amantes del cine clásico.

EL SUEÑO ETERNO (1946)

Película de 1946 y dirigida por Howard Hawks, esta adaptación de la famosa y emblemática novela de Raymond Chandler, de título homónimo, cuenta con el tándem Humphrey Bogart y Lauren Bacall, posiblemente una de las parejas con más química jamás vista en pantalla. La historia se centra en la investigación de las hijas de un general millonario y excéntrico, que están involucradas en asuntos bastante turbios, por lo que cuentan con la ayuda de un detective privado para que resuelva la situación familiar. Película rodada con mucha elegancia, recreándose en cada escena y tomándose su tiempo en narrar la historia, con una brillante descripción de los personajes y de las relaciones que surgen entre ellos. Una de las películas que mejor plasma la figura del detective privado.

LA MUJER DEL CUADRO (1944)

Fritz Lang, el maestro por excelencia del cine negro, dirige esta película del año 1944. Protagonizada por  Edward G. Robinson y Joan Bennett en otros, narra la obsesión de un profesor y sus amigos por un retrato de una bella mujer, expuesto en el escaparate contiguo al club en el que se reúnen. El profesor finalmente conoce por casualidad a la mujer del retrato y acepta ir a su apartamento, pero allí ocurrirá algo inesperado que cambiará su destino. La película tiene la gran virtud de mantener la intriga durante todo el metraje, sobre todo gracias al ambiente onírico (que llega a hipnotizar por momentos) y el tema central de la fatalidad, del destino implacable. Sobresaliendo un final sorprendente e imborrable a partes iguales. La más memorable aportación de Lang al cine negro.

EL INFIERNO DEL ODIO (1963)

El maestro Akira Kurosawa dirige esta película de 1963, con Toshirô Mifune, Kyoko Kagawa y Yutaka Sada como protagonistas. La película nos narra como en un momento crucial de su vida financiera, Gondo (Toshirô Mifune), un directivo de una importante empresa de zapatos, recibe la noticia de que su hijo ha sido secuestrado. El rescate exigido es una gran cantidad de dinero, pero Gondo la necesita para cerrar una negociación que le dará el control de la empresa. Con un ritmo, una fotografía y un estilo dignos del mejor cine negro con la profundidad del maestro nipón, este drama arranca cargado de una tensión punzante y continúa por los vericuetos de un drama moral y policíaco que regala más de dos horas de sufrimiento, intriga, suspense, una exhaustiva investigación y pistas que van conduciendo hacia el crudo desenlace. La película en general es de una factura impecable desde el punto de vista formal y contiene interesantes reflexiones sobre la sociedad moderna. Quizá es de las películas menos conocidas en este género y a la vez de las que más calidad esconden.

LOS INTOCABLES DE ELIOT NESS (1987)

Dirigida por Brian De Palma en 1987, esta película ambientada en el Chicago de los años 30 cuenta con un reparto de auténtico lujo, encabezado por Kevin Costner, Sean Connery, Robert De Niro y Andy García. La historia se centra en como el agente federal Eliot Ness (Kevin Costner) persigue implacablemente al gángster Al Capone (Robert De Niro), amo absoluto del crimen organizado en la ciudad. Intrigante, tensa, violenta, emotiva... un coctel infalible al servicio de unos actores en estado de gracia, destacando un Connery incomensurable (y ganador del Oscar), acompañados además del maestro Ennio Morricone en la banda sonora, cuya tema principal es ya un clásico y todo un referente. Con una dirección brillante por parte de De Palma, en la que planifica cada escena al milímitro y cuida la ambientación, logra crear escenas tan potentes como la del carrito cayendo por las escaleras de la estación, que hacen de esta película un clásico rotundo.

SANGRE FÁCIL (1984)

Dirigida por Joel Coen en 1984, la película está protagonizada por John Getz y Frances McDormand, y nos cuenta como una joven casada y muy seductora cae en brazos de Ray, uno de los empleados de su marido. Enterado por un detective privado de la infidelidad de su mujer y obsesionado por la traición, Julián se decide a preparar el asesinato de ambos. Ambientada en Texas en una atmósfera densa, malsana y claustrofóbica, la película combina diferentes géneros como el crimen, el drama y el thriller, de una manera bastante eficaz. La narración por su parte es pausada, brillante y está llena de intuición e inventiva. Incorpora además referencias de homenaje a películas de Hitchcock, Fritz Lang, ect. Una pequeña joya a reivindicar siempre.

L.A. CONFIDENTIAL (1997)

Película de 1997 dirigida por Curtis Hanson y protagonizada excelentemente por Guy Pearce, Russell Crowe, Kevin Spacey y Kim Basinger entre otros. Ambientada en los años 50, la película narra la historia de tres policías de Los Ángeles que se ven envueltos en una intriga criminal que destapa los trapos sucios del Departamento. Para recuperar el prestigio perdido, los tres mejores agentes se hacen cargo de la investigación del caso. Sin duda un título clave en el resurgir del cine negro en plena década de los 90, que adapta una de las mejores novelas del aclamado escritor californiano James Ellroy. La cinta cuenta con una trama complicada, densa, saturadora y conscientemente enmarañada, y de las que sólo se resuelven al final del todo. Hanson por su parte elige todos los recursos adecuados, y su cinta no pierde su frenético ritmo en todo el metraje. Una peli modélica, trepidante y contundente.

CARRETERA PERDIDA (1997)

Dirigida por David Lynch en 1997, nos narra como un músico de jazz que vive con su esposa Renee (Patricia Arquette), recibe unas misteriosas cintas de vídeo en las que aparece una grabación de él con su mujer dentro de su propia casa. Poco después, durante una fiesta, un misterioso hombre (Robert Blake) le dice que está precisamente en su casa en ese instante. Protagonizada por Bill Pullman, Balthazar Getty y Patricia Arquette, esta es una de esas películas que hay que ver un par de veces para entenderla en toda su expresión, ya que esta turbadora, enigmática y confusa película puede suponer todo un rompezabezas para el espectador. La clave está en los detalles que Lynch va aportando a cada escena a través de una atmósfera totalmente hinótica e irreal. Destacar la preciosa escena de los personajes Alice y Pete con la canción "Song to the Siren" de This Mortal Coil's de fondo. Una rareza a descubrir.

CAMINO A LA PERDICIÓN (2002)

Dirigida por Sam Mendes en el año 2002, esta cinta nos cuenta la historia de Michael Sullivan (Tom Hanks) un asesino a sueldo que profesa una lealtad inquebrantable a su jefe, el señor Rooney (Paul Newman), pero es también un buen padre de familia. Son tiempos duros en Rock Island, donde domina la mafia irlandesa, la Ley Seca sigue vigente y los gángsteres, especialmente Al Capone en Chicago, están en la cima del poder. Ambientada en los oscuros años de la Gran Depresión, la película cuenta por un reparto espectacular, encabezado por Tom Hanks, Paul Newman y Jude Law. Con un tono melancólico impropio de películas de este género, Mendes realiza un bellísimo poema sobre la venganza, la redención, la pérdida de la inocencia y el honor, contado con elegancia visual y con una banda sonora maravillosa, del siempre genial Thomas Newman. Una de las últimas grandes obras maestras que ha dado este género.

BRICK (2005)

El interesante Rian Johnson dirige esta película del año 2005, en la que Brendan Frye (apoteósico Joseph Gordon-Levitt) es un estudiante de instituto del sur de California, de aguda inteligencia, que no teme respaldar sus palabras con acciones si la situación lo requiere. No obstante, prefiere mantenerse al margen de todo. Pero eso cambia cuando su ex-novia Emily (Emilie de Ravin) reaparece inesperadamente para desaparecer sin dejar rastro poco después. Esta mafia de instituto interpretada por Joseph Gordon-Levitt y Lukas Haas, fue toda una sorpresa en su día y supuso todo un soplo de aire fresco al cine de detectives y gangsters, reinterpretando los cánones del género. Con un talento narrativo y sentido del ritmo brillante por parte de Johnson, consigue que con recursos tan visitados anteriormente como una trama enrevesada, un código moral confuso y al mismo tiempo inquebrantable, y un protagonista solitario a prueba de bombas, la intriga te absorba desde el minuto uno y te interese el devenir del protagonista en todo momento. Cine negro estudiantil que no dejará indiferente a nadie.

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